Voyeur de sombrilla
A la derecha, Elisa McCausland, experta en cultura popular y feminismo. Allí estuvimos y aquí os lo contamos. Si tuviésemos que buscarle un apelativo a la autora alicantina, le tomaríamos prestado a Octavia C. Pero, hasta entonces, subrayar la autoría femenina es relevante por una cuestión: la genealogía. Para conocer en profundidad la historia de la ciencia ficción como género literario es imprescindible recuperar y poner en valor a todas aquellas primeras autoras que fueron desprestigiadas, censuradas u olvidadas. En los albores de la ciencia ficción nos encontramos con el nombre de una mujer.
SILLÓN OREJERO
Abundante antes de que llegara el 5G, el 2G incluso antes de que existieran los móviles, yo ya pillaba cobertura debajo de mi sombrilla. Denial hay Gran Hermano mejor que una sombrilla como paraguas y una toalla en la arena para asegurarnos la mayor cobertura. Como ve son abriles depurando la técnica. Aquí constatas cómo el género nos define: los patrones de conversación en hombres y mujeres son iguales año tras año y no suele haber intercambio de legajo. Curiosamente siempre es una conversación de ellos, donde todos los machos alfa despliegan su sabiduría matarife. Vamos que te pasas el año como Elena Santonja siempre que vuelves a apartamento me pillas en la cocina, y ahora el perla se pega tortas por ser el que le da la vuelta a la panceta ajena. Corren litros de cerveza y alcohol, metros de longaniza y cascabeles varios para estropear el gin tonic. Sí, como ha adivinado, los mismos que luego se piden el zumo de naranja colado. Desde la falsa familiaridad que te da el quitasol, las gafas y la gorra calzada aun la nariz, nos erigimos fisgones oficiales de las vidas ajenas donde fault darte cuenta al final del estío te has convertido en juez y parte.