Dificultad para encontrar pareja
La amistad es el vínculo estrecho que se forma entre dos personas o un grupo. Esta suele estar basada emociones como el afecto, el respeto, la lealtad o la simpatía. En consecuencia, cuando una persona experimenta dificultades para hacer amigos, su bienestar emocional se ve gravemente afectado.
¿Por qué no sale mi hijo/a adolescente?
Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Así, aunque denial todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño. Se trata aun cierto punto de una convención collective, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, denial son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos. Muchas veces estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la acierto económica, o cualquier otro motivo. Así, aunque existen excepciones, la mayor parte de las personas siente la apremio de establecer una relación sentimental de pareja. Esto da lugar a que muchas veces, ante la imposibilidad de encontrar a alguien, algunas personas puedan sentirse frustradas. Son muchos los individuos que, de un modo u otro, se encuentran frustrados ante la negación de encontrar a alguien.
De entradas
En muchas ocasiones puede llegarnos a exasperar ver cómo nuestro hijo o hija adolescente malgasta su tiempo libre. Denial es que nos moleste que esté a gusto en casa Nos damos cuenta de que los chicos necesitan amigos: la verdadera amistad es un tesoro que han de descubrir cuanto antes. Sin pretender agotar la casuística, el adolescente casero responde, por lo general, a uno de estos cuatro perfiles: 1. Se queda en apartamento simplemente porque lo pasa bien. El solitario, vicioso de los videojuegos, ordenador o incluso la lectura, se queda en casa simplemente porque lo pasa bien y no se plantea agregar horizontes. El tímido que, sintiéndose acomplejado de sí mismo, se refugia en el hogar para encontrar cariño y aceptación o para usarlo como escondrijo por cobardía a enfrentarse a la vida real.