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Lo pase fatal y no lo haría nunca mas. Tuve que firmar un documento de consentimiento y aviso de las posibles complicaciones que podía conllevar la punción, pero lo firmé después de la intervención. No se preocuparon en explicarme nada y las citas duraban unos 5 minutos, lo que tardaba la ginecóloga en revisarme y explicarme muy brevemente cómo tenía que pincharme. En otras clínicas sé que incluso te pinchas las propias enfermeras. En general, no me llevé una mala experiencia pero sentí que se preocuparon muy poco por mí, casi toda la información la obtuve en internet y a través de una compañera de trabajo que ya había donado. Si repito sería por la compensación económica y por ayudar a mujeres que no pueden tener hijos, pero no fue la mejor de las experiencias. De mujer a mujer. En mi país, lo racial importa mucho e impide la donación. Por otro lado, un motivo por el que no donaría óvulos es porque no quisiera que haya seres producto de mi material genético de los que no supiera nada al respecto, o que incluso pudieran ser parte de mi vida o de mis familiares y amigos sin saber que son hijos míos.

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Su hija, la que mama de su pecho y a ratos lloriquea pidiendo brazos, procede de un embrión dado. Esas son las reglas. En España, la llamada adopción de embriones es una donación, como lo es un riñón, un corazón o unas córneas. Tampoco pueden haber tenido HIV. Las mismas exigencias que para donar óvulos y espermatozoides. En el eran